
En Taganga, Departamento del Magdalena
Japón y Chile impulsan modelo de producción sustentable de moluscos para el sector pesquero colombiano
- Luego de tres años de trabajo a través de sus Agencias de Cooperación Internacional y Universidades de Colombia y Chile, el proyecto que va en beneficio de las familias de pescadores artesanales de Taganga culmina superando las expectativas de los expertos.
Impulsar la maricultura como una potencial actividad sustentable de desarrollo costero en el departamento del Magdalena, Colombia, es uno de los objetivos principales del proyecto realizado desde por el programa de Asociación entre Chile y Japón – JCPP-.
Esta iniciativa que se transforma en el primer acuerdo internacional de desarrollo sustentable con proyecciones dentro del sector pesquero colombiano, se inicia en 2005 en la bahía de Taganga, cuando las Agencias de Cooperación internacional de Japón – JICA- Chile – AGCI – y Colombia – APC-, deciden aúnar esfuerzos para la planeación estratégica del proyecto en pro del desarrollo económico y de calidad de vida de los pescadores de la localidad.
En 2009 se reconstruyó el laboratorio de Microalgas y Moluscos de la Universidad del Magdalena, que permitió que los profesionales y pescadores contaran con las herramientas necesarias para la investigación sobre el cultivo de pectínidos. Este conocimiento se reforzó en 2011 con la visita de estos profesionales y pescadores a Chile, donde aprendieron de sus pares chilenos gracias a la capacitación entregada por la Universidad Católica del Norte.
El modelo de producción sustentable de moluscos, pionero en el sector pesquero colombiano, combina la experiencia del mar por parte de las asociaciones de pescadores participantes y las investigaciones realizada por los expertos de Unimagdalena -que gracias a la infraestructura, capacitación de su recurso humano y equipamiento otorgado por la cooperación internacional de Japón y Chile, se ha transformado en referente en esta materia dentro del Caribe Colombiano-
El cultivo de pectínidos se desarrolla en tres grandes procesos, que van desde la obtención de la semilla para su crecimiento en el laboratorio, pasando por el engorden en el mar, donde estas semillas se mantienen en las redes de cultivos dentro de las dos hectáreas de concesión que actualmente producen 10 mil animales en la bahía de Taganga. Finalmente, después de 10 meses de trabajo, los ostiones alcanzan tamaño comercial, siendo extraídos y comercializados de forma natural o en conservas, siendo elaborado por los mismos pescadores de la zona.
La pesca industrial en la región, ha afectado la calidad de vida de las familias de los pescadores artesanales de Taganga, quienes han visto como las cuotas de pescas son cada vez menores. Frente a este desolador panorma, este modelo de producción sustentable nace como una solución a este problema, debido a que el cultivo en el mar es una actividad de bajo costo ya que no requiere alimentación artificial, debido a que los mismos moluscos consumen las micro algas presente en el agua, siendo un modelo replicable en otras localidades de las costas de Colombia, siendo a escala comercial, comunal y/o familiar.
El pasado jueves 22 de noviembre, en la Universidad del Magdalena, se celebró la clausura de este proyecto triangular de cooperación con la participación de autoridades de las Agencias de Cooperación internacional de Japón, Chile y Colombia. Además de los profesionales de la Universidad Católica del Norte, Chile, investigadores y pescadores.
En representación de corporación de Pescadores Chinchorreros de Taganga, Pedro Daniels Mattos, agradeció la experiencia obtenida a través de la cooperación internacional “Gracias a Dios que se ha dado este proyecto con muy buenos resultados porque es una alternativa para los pescadores que estamos pasando por la crisis del sector. En este sentido la Universidad nos ha capacitado y nos ha acompañado a conocer nuevas estrategias para la pesca y de aprovechamiento para extraer del mar sus productos”.
En tanto, para el Jefe del Departamento de Cooperación Sur -Sur de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile, Eugenio Poessel, “Para Chile es un compromiso muy importante contribuir con países de la región y sobre todo en alianza a una agencia de la talla de JICA. Estamos satisfechos al ver como la experiencia de académicos, quienes a través de la investigación, van en ayuda va en beneficio directo de comunidades de pescadores artesanales, no sólo transfiriéndoles conocimientos, sino también ayudando a mejorar su calidad de vida. Sin duda este exitoso proyecto es una experiencia replicable en otros países cuya actividad económica se vincula al mar, como fuente de desarrollo sustentable”