Nuestra Historia
El 19 de julio de 1990, se crea la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI), mediante la Ley Nº 18.989, que también da origen al Ministerio de Planificación y Cooperación de Chile (MIDEPLAN).
La etapa inicial de la gestión de la cooperación internacional en Chile está orientada a contribuir al proceso de democratización y a consolidar los esfuerzos de mejoramiento de la gestión pública y el fortalecimiento institucional. La cooperación de instituciones multilaterales como la entonces Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea; y las Naciones Unidas, son un importante apoyo a los esfuerzos de desarrollo nacional, tanto en lo económico como en lo técnico. Así como también la colaboración de países como Alemania, Japón, Estados Unidos, España, Suiza, Francia; donde se distingue el papel desempeñado por los países nórdicos y Holanda en los primeros años de retorno a la democracia.
Como reconocimiento a la ayuda recibida y conscientes de la responsabilidad de cooperar con otros países y compartir las experiencias propias de este proceso, en 1993, se crea el Programa de Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD), conocido en la actualidad como Programa de Cooperación Sur-Sur, que se implementa especialmente en América Latina y el Caribe, con el objetivo de lograr la integración regional en aspectos políticos, económicos y culturales entre países del "Sur". Desde entonces, la Agencia mantiene un rol dual, es decir, como cooperante y receptor, siendo parte integral del desarrollo nacional y de la política exterior.
En 1997, tras una decisión gubernamental, mediante Decreto Supremo (161) de que las actividades de cooperación internacional sean coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores y no desde MIDEPLAN, se realiza el traslado en 2005, a través de la Ley Nº 19.999, en que se redefinen las funciones de la institución. Este nuevo vínculo, permite integrar a la cooperación internacional para el desarrollo, como un pilar de la política exterior.
Por esos años, el escenario de la cooperación internacional se transforma, al igual que sus prioridades. En paralelo, nuestro país se sitúa de una manera distinta en este escenario lo que nos lleva a la búsqueda de nuevas estrategias para enfrentar los desafíos de la cooperación. Fue así como AGCI se incorpora a la modalidad de cooperación triangular, que posibilita asociaciones para el desarrollo con países que tradicionalmente son oferentes de cooperación y donde el conocimiento se comparte en pro del desarrollo. Los primeros proyectos triangulares se realizan en países de América Latina y El Caribe.
Asimismo, en 1999, se firma el Programa de Asociación Chile- Japón (JCPP), que permite realizar una exitosa experiencia de cooperación triangular, fortaleciendo capacidades de profesionales de países de la región en materia de gestión de reducción de desastres, a través de iniciativas como el Programa KIZUNA I y II, cuya primera versión capacita a más de 5 mil profesionales.
Durante los primeros diez años de vida de la Agencia, la realidad internacional demuestra la importancia creciente de la cooperación como instrumento privilegiado de la relación entre las naciones, lo que se manifiesta en la creación de nuevas agencias de cooperación internacional en los países en vías de desarrollo de la región, en muchos de los cuales la institucionalidad de AGCID sirve de modelo.
El año 2001 marca un hito en la historia institucional, al sumar a la Agencia el rol de administrador financiero de la cooperación con la Unión Europea, lo que permite administrar recursos tanto de la cooperación que Chile recibe, como de la que realiza, especialmente a través del mecanismo de Fondos de cooperación.
Este nuevo mecanismo de cooperación de asociación para el desarrollo, como son los Fondos, surgen a principios de siglo en la cooperación chilena, entre los que se encuentran: el Fondo Conjunto de Cooperación Chile México, creado en 2006, con el que se ejecutan proyectos de cooperación sur-sur, para beneficio mutuo y desde 2012, también triangulares; el Fondo Mixto de Cooperación Triangular Chile- España, creado en 2009, mediante el cual se desarrollan iniciativas para el beneficio de terceros países. En 2011, se crea el Fondo Chile contra el Hambre y la Pobreza, con el que se apoyan proyectos de cooperación, que son ejecutados por la sociedad civil y el sector público chileno, incluyendo instituciones de educación superior, en beneficio de países de América Latina y el Caribe, África y el Pacífico Sur. Asimismo, en el 2012, Chile se incorpora a la Alianza del Pacífico, realizando distintos proyectos de cooperación y movilidad académica.
En 2012, AGCID es la primera agencia de cooperación que logra la acreditación ante el Fondo de Adaptación, que provee recursos para prevenir y mitigar los efectos adversos del cambio climático. Gracias a este Fondo, se ejecutan dos proyectos: uno de asistencia técnica para pequeños agricultores de la Región de O’Higgins, zona fuertemente afectada por la sequía. Y otro para asegurar acceso al agua en situaciones de emergencia, que beneficia a la Región de Valparaíso. Cabe señalar que actualmente, AGCID se encuentra en proceso de reacreditación.
Otro hito significativo es el programa de cooperación descentralizada, iniciado en el año 2014, y que incorpora a las regiones y los municipios, para generar acciones de cooperación e intercambio desde el propio territorio, incorporando a diversos actores, focalizado principalmente en países vecinos.
En 2015, la Agencia se plantea los desafíos de la cooperación de cara al 2030, en un mundo donde la cooperación internacional se reposiciona y donde Chile, no sólo tiene el deber de cooperar, sino que también de promover el desarrollo inclusivo y sostenible, desde un enfoque de derechos. Basados en esta visión, se elabora una Política de Cooperación, alineada con los desafíos de la Agenda 2030 de la Naciones Unidas, cuyos principios se traducen en una Estrategia de Cooperación para el período 2015-2018, alineada con la visión de desarrollo inclusivo y sostenible; la que fue actualizada para el período 2023-2026.
Producto de la reflexión generada para esta Política se plantea modificar el nombre de la AGCI a AGCID, es decir, pasa a llamarse “Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo”, cambio que se concreta en marzo de 2018, con la aprobación de la Ley Nº 21.080 de Modernización del MINREL.
En octubre de 2017 Chile, Uruguay y las Islas Seychelles son graduados por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE por haber superado durante tres años consecutivos el umbral de ingreso per cápita de US$12.475. Esta decisión, deja a nuestro país sin recibir asistencia técnica en áreas aún deficitarias, sin oportunidades de formación de capital humano, ni obtener financiamiento para el desarrollo, como son los créditos en condiciones ventajosas, para adaptación al cambio climático y energías limpias. Si bien la graduación significa un gran desafío, nos sitúa en una etapa orientada en la búsqueda de nuevas estrategias de financiamiento, por lo que la cooperación que Chile promueve es el establecimiento de “asociaciones para el desarrollo” con todos sus socios.
Una vez graduados, nuestro país en conjunto con un grupo de socios bilaterales y multilaterales, focaliza sus esfuerzos en impulsar el debate sobre el concepto “Desarrollo en Transición”, que es la condición en la que se encuentran países que transitan de un nivel de ingreso a otro y se enfrentan a grandes oportunidades, pero también a enormes desafíos de desarrollo.
En este escenario, en 2018, la Unión Europea aprueba el “Mecanismo para Países en Desarrollo en Transición”, una entonces nueva forma de cooperación para América Latina, que da origen en Chile en 2020, al Fondo Bilateral “Desarrollo en Transición”, iniciativa conjunta entre la AGCID y la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea, en coordinación con la delegación de la Unión Europea en Chile.
En paralelo, debido al COVID 19, AGCID se ve en la necesidad de innovar y adaptarse, por lo que focaliza sus esfuerzos y capacidades para aportar a la mitigación de los efectos negativos de la pandemia y sus consecuencias asociadas. Por ello, sus acciones están marcadas en generar proyectos y formación de capital humano, tanto en beneficio de Chile como hacia otros países.
En este marco, en 2020, AGCID convoca a una reunión de representantes del Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR), con el fin de fortalecer la cooperación y realizar acciones conjuntas para enfrentar la crisis sanitaria. Así surge el Plan de Apoyo de la Cooperación Chilena en la Prevención y Mitigación de Impacto del COVID-19, que deriva en cursos internacionales en materia de salud, así como en educación focalizada en la materia, con los que se benefician cerca de 15.000 profesionales del área. Por otro lado, el Fondo Chile selecciona proyectos enfocados en acciones que ayuden a combatir los efectos económicos y sociales generados por la pandemia en otros países. Además, se gestiona con Japón, una donación de US$ 4,6 millones de dólares destinados a la adquisición de equipamiento médico para reforzar el sistema de salud chileno. Además, los recursos de la convocatoria del Fondo Chile-México se destinan para apoyar acciones que mitiguen los efectos de la crisis sanitaria. Y, a través del Fondo con la Unión Europea, se desarrolla un proyecto de apoyo a la recuperación económica de empresas del sector turismo de 4 regiones de la zona macro centro sur.
En tanto, en 2022, se presenta el Fondo de Cooperación Triangular Chile-Unión Europea, destinado a financiar proyectos para beneficiar a países de América Latina y el Caribe que lo soliciten, con énfasis en áreas vinculadas al Pacto Verde Europeo y la lucha contra el cambio climático, como el desarrollo de energías renovables, la digitalización y enfrentar los efectos de la crisis sanitaria. Cabe señalar que Chile es el primer país de América Latina y El Caribe con quien la Unión Europea firma un Fondo de Cooperación de estas características.
Por otro lado, el Gobierno de Chile, a través de esta Agencia, asume la Presidencia del Consejo Intergubernamental y sede de la Unidad Técnica del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS) para el período 2022-2024, cuyo principal desafío es continuar apoyando el fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur y Triangular en Iberoamérica, a la luz de los cambios en materia de cooperación internacional que surgen en el marco de la pandemia, y en línea con la Agenda 2030.
Por ese entonces, Chile y Valonia-Bruselas de Bélgica celebran 25 años de cooperación bilateral y aprueban el programa para el periodo 2023-2025, que implica la ejecución de 26 proyectos en temáticas como cultura, educación, innovación y ciencia, y derechos humanos, que permiten el intercambio de experiencias entre instituciones de ambas partes y fomentar el intercambio de especialistas e investigadores. Y, por primera vez, se aprueban proyectos de cooperación triangular en beneficio de terceros países de América Latina.
Y con Suiza, también se celebran más de 30 años de cooperación con énfasis en materia medioambiental. Destacan el Programa Clima y Aire Limpio en Ciudades de América Latina-Plus (CALAC+), que busca continuar impulsando políticas públicas que desarrollen el transporte público limpio en Santiago, Bogotá, Lima y Ciudad de México y sus aportes en el área forestal.
Gracias al financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), en 2023, se da inicio a un proyecto de Transporte Público Sustentable (CLETS), que busca promocionar los nuevos marcos normativos y reglamentarios con los que cuenta Chile para luchar contra el cambio climático, impulsando sistemas de movilidad sostenibles; y apoyar la implementación de acciones demostrativas en el uso de estos sistemas en las regiones de Antofagasta, Bío-Bío y de los Ríos.
Asimismo, con el apoyo de la cooperación japonesa, se puso en marcha una iniciativa para mejorar el bienestar de las personas mayores mediante un modelo de atención comunitaria que fomente la corresponsabilidad entre el Estado, la familia y la comunidad. Por otra parte, nuestro país, por primera vez se beneficia de la cooperación del Fondo Mixto de Cooperación Triangular Chile-España, a través de dos proyectos en las áreas de medio ambiente y fortalecimiento institucional (género y niñez).
En estos últimos años, un hito importante de destacar es la firma del Memorándum de Entendimiento entre Chile y la República Popular China para apoyar la Agenda 2030, en materia de reducción de la pobreza, seguridad alimentaria, control de pandemias, cambio climático y economía digital, ampliando nuestra relación de cooperación con otra área geográfica.
En paralelo, el Fondo Chile pone en marcha la ejecución de su tercera fase para el periodo 2023-2026, que, por primera vez, aborda países y áreas declaradas como prioritarias, como la equidad de género y derechos humanos, en consonancia con la política exterior del país.
En 2024, se firma el Registro de Discusión del “Proyecto para el Fortalecimiento del Programa Asociación Chile - Japón 2030 (JCPP 2030) para la co-creación de Nuevos Mecanismos de la Cooperación Triangular y Regional”, instrumento que proyecta la relación de cooperación con Japón al 2030. El año anterior, AGCID y JICA, junto a SENAPRED, suscriben el acuerdo que da continuidad a Kizuna II. A través del Programa de Voluntariado Japonés para la Cooperación con el Extranjero, que se implementa en Chile desde 1997, cada año llegan a nuestro país, profesionales provenientes de Japón para compartir durante 2 años, sus conocimientos y experiencias en distintas comunas como Illapel, Navidad, Quillón, entre otras.
En el ámbito de la cooperación sur-sur regional, se destaca el Programa Escuelas Chile, que tiene como objetivo impulsar una comunidad de cooperación entre el Gobierno de Chile y las escuelas de Latinoamérica y el Caribe vinculadas con nuestro país, que permitan la integración, comunicación y el trabajo conjunto entre estas escuelas de manera permanente, proporcionando mayores oportunidades en el desarrollo educativo de los niños, niñas y jóvenes que estudian en estos establecimientos. En el trabajo conjunto los últimos 5 años, con el Centro de Investigación avanzada en Educación (CIAE), de la Universidad de Chile, este programa impacta a 43 centros escolares de 14 países y más de 330 docentes y directivos.
La presencia de AGCID en la región también se visualiza en la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe en CEPAL, de la que forma parte de la Mesa directiva desde 2022. Esta Conferencia tiene el mandato de promover el fortalecimiento de los mecanismos nacionales de cooperación Sur-Sur y triangular; así como la vinculación con los actores regionales y extrarregionales, y examinar las experiencias de cooperación Sur-Sur y triangular de los países de América Latina y el Caribe.
Como aporte a la Política Exterior Feminista, esta Agencia realiza diversas acciones. En primer lugar, el Encuentro “Cooperación y política exterior en América del Sur para el logro de la igualdad de género”, organizado en conjunto con CEPAL, y donde se fijan algunos lineamientos para seguir avanzando en la incorporación de la perspectiva de género en la cooperación internacional para el desarrollo, particularmente en la cooperación sur-sur y triangular. En segundo lugar, el apoyo otorgado al proyecto “Fortalecimiento de la Política Exterior Feminista y la Cooperación internacional feminista”, presentado con Colombia, México y la CEPAL, al Fondo Regional de Cooperación Triangular en América Latina y el Caribe, de la cooperación alemana (GIZ); cuyo objetivo es fortalecer las capacidades de los Ministerios de Relaciones Exteriores y Agencias de Cooperación Internacional de los países participantes, en el diseño e implementación de las Políticas Exteriores Feministas y de Cooperación Internacional para el Desarrollo con perspectiva de género. Y, en tercer lugar, el apoyo otorgado a la III Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feminista, realizada en México, en la que se debate, entre otros temas, sobre la transversalidad de género en la cooperación internacional para el desarrollo.
En el marco del Programa de Cooperación Sur-Sur y Triangular, se da continuidad a la relación bilateral con los países de la región, mediante la realización de Comisiones Mixtas, de carácter bienal. Desde su creación, este programa ejecuta cerca de mil proyectos bilaterales de cooperación sur-sur. Y en formación de capital humano, la Agencia, en estrecha colaboración con las instituciones de educación superior chilenas, ejecuta diversos programas de becas. En el caso de los post grados, destacan el Programa de Becas República de Chile, destinado a profesionales de América Latina y el Caribe; y el Programa Nelson Mandela, dirigido a profesionales de Angola, Mozambique y Sudáfrica, que se ha ampliado a otros países del continente. En el caso de los pregrados, destaca el Programa de Becas de Integración Transfronteriza, para que jóvenes de Bolivia y Perú cursen estudios en la Universidad de Tarapacá; y estudiantes de la Patagonia argentina en la Universidad de Magallanes. Además, en el marco de la Alianza del Pacífico, se implementa el programa de movilidad estudiantil y académica; y se realizan cursos internacionales y diplomados, principalmente para profesionales de América Latina y el Caribe, proyectando sus esfuerzos en países de Asia y África. A la fecha, se han otorgado más de 8300 becas.