Director participó en la III Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feministas en México
Encuentro fue organizado por el Gobierno mexicano en conjunto con ONU Mujeres y convocó a representantes de más de 40 países.
Ciudad de México, 01 al 03 de julio de 2024.- El Director Ejecutivo de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), Enrique O’Farrill, formó parte de la delegación chilena, encabezada por la Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; la Directora de la División de Asuntos Multilaterales, Embajadora Carla Serazzi; y la encargada de la Unidad de Estudios de AGCID, Ana María Portales; que participó en la III Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feministas: "Soluciones para un Mejor Mañana", instancia de diálogo entre ministros y ministras, directores y directoras de las agencias de cooperación, expertos y expertas, organizaciones de la sociedad civil, para abordar estrategias y medidas para alcanzar la igualdad en política exterior, identificando buenas prácticas, lecciones aprendidas y desafíos; y que convocó a representantes de más de 40 países y organismos internacionales, que se realizó en México.
En la oportunidad, el Director de AGCID moderó un panel con las agencias de cooperación, sobre las tareas que corresponde hacer desde la cooperación internacional para el desarrollo con perspectiva feminista, en la que participaron 7 países de la región: Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, Uruguay, México y Chile.
“La cooperación chilena encuentra en los objetivos estratégicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, del cual depende, un fuerte soporte para desplegar sus tareas incorporando un enfoque de género. De tal manera, la Política Exterior Feminista (PEF) define como objetivos específicos para la AGCID ‘implementar una estrategia de cooperación internacional para el desarrollo con enfoque de género, como área temática y eje transversal’ y, ‘promover e incluir las temáticas prioritarias de la PEF en programas y proyectos bilaterales y triangulares y fondos de cooperación”, explicó el Director Ejecutivo de AGCID.
Entre los temas planteados, se destacó que la cooperación internacional para el desarrollo incorpora la perspectiva de género para incidir en los cambios que reduzcan las brechas entre hombres y mujeres. Al respecto, Enrique O’Farrill señaló que “en AGCID, estamos convencidos de que la cooperación internacional para el desarrollo debe asumir una perspectiva de género para incidir en cambios sociales, culturales y económicos que reduzcan las brechas entre mujeres y hombres. En este sentido, sostenemos que la integración de la perspectiva de género en las políticas y programas de cooperación constituye, en sí misma, un avance en el proceso de desarrollo de América Latina y el Caribe”.
Los participantes concordaron en que la cooperación asume la temática de género como parte esencial de su aporte al desarrollo, constatando que existen diferencias en la región. Asimismo, no todos los países adoptan el concepto feminista en su política exterior y en la cooperación, pero sí concuerdan en la importancia de incorporar el enfoque de género. Para ello, se constató la necesidad de realizar una capacitación, sobre el enfoque y la transversalidad de género en los proyectos de cooperación, a las y los profesionales que participan en ella. Por otro lado, se destacó la necesidad trabajar en red, incorporando el enfoque multiactor y multinivel; y se planteó como desafío, incorporar la perspectiva de género en todas las etapas de la cooperación, estableciendo una metodología en las iniciativas de cooperación y una vinculación permanente entre las entidades de cooperación.
Además, se realizó una revisión de lo que están haciendo los países para abordar esta temática, como: la elaboración de guías para la transversalización de la perspectiva de género en programas y proyectos de cooperación y la necesidad de compartir los resultados de su aplicación y las lecciones aprendidas; la existencia de bancos de datos que generen estadísticas fiables; la definición de indicadores que den cuenta de los resultados de la cooperación; su incorporación en las negociaciones de cooperación sur-sur que realizan los países de la región; y la importancia de contar con sistemas nacionales de cooperación, que tengan respaldo legal, con el objetivo de lograr una mayor y mejor coordinación entre los actores nacionales, en cada país.
Sobre la III Conferencia Ministerial de PEF:
En el cierre de la III Conferencia, México presentó una declaración sobre los derechos de la mujer que establece el compromiso para impulsar los instrumentos de derechos humanos de las mujeres, como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; la importancia de desarrollar sistemas económicos y sociales con enfoque responsivo al género, y la relevancia del rol de las mujeres en la resolución de conflictos, en la paz y la seguridad internacionales.
Esta declaración fue endosada por 19 países, incluyendo Alemania, Bélgica, Bolivia, Colombia, Canadá, Costa Rica, Cuba, Chile, Eslovenia, España, Francia, Honduras, Irlanda, Lituania, Mongolia, Noruega, Nueva Zelandia, Rumanía y Uruguay, y estará abierta para endoso a todos los Estados que quieran sumarse a partir de hoy y hasta la realización de la Cumbre del Futuro, a efectuarse en septiembre próximo, en Nueva York.
Durante tres días, autoridades de más de 40 países, así como representantes del sector privado, representantes de agencias de cooperación, de organismos internacionales y de más de 100 organizaciones de la sociedad civil, que en total alcanzaron los 300 participantes, analizaron en diversos paneles cómo integrar la PEF y las perspectivas de género en el desarrollo sostenible y el financiamiento; la dinámica de género en la paz y la seguridad internacionales; la instrumentación de la PEF en la ciencia, la tecnología y la cooperación digital, al igual que su implementación desde el sur global, a través de la cooperación internacional para el desarrollo, con el propósito de alcanzar un progreso con inclusión y un futuro equitativo que erradique la discriminación estructural.