Impacto del Covid19 en la niñez fue el tema abordado en celebración del Día de la Solidaridad 2020
Desayuno virtual fue convocado por la Fundación América Solidaria Chile, en la que participó la Directora Ejecutiva (s) de AGCID, embajadores de América residentes en Chile y representantes de organismos de la sociedad civil.
Santiago, 19 de agosto de 2020.- Cómo los niños, niñas y adolescentes de América están viviendo este momento de crisis generado por la pandemia del Covid-19, y cuáles pueden ser las vías para apoyar las problemáticas de la niñez en la región, desde el sector público y privado, fueron parte de la reflexión en la celebración del Día de la Solidaridad 2020, organizado por América Solidaria, en la que participaron la Directora Ejecutiva (s) de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), María Soledad Lucero; embajadores de América residentes en nuestro país y representantes de distintos organismos de la sociedad civil que cooperan en la región.
Este año, debido a la contingencia, este encuentro se realizó en formato virtual, y tuvo por objetivo abrir un espacio de conversación sobre la crisis sanitaria y social que enfrenta el planeta. Los saludos iniciales fueron encabezados por la Directora Ejecutiva (S) de la AGCID, María Soledad Lucero, el Vice-presidente de América Solidaria, Benito Baranda y la Directora Ejecutiva de América Solidaria en Chile, Magdalena Valdés; además de una exposición sobre “Niñez y adolescencia en contexto de pandemia”, a cargo de Paolo Mefalopulos, representante de Unicef en Chile.
“En este día de la solidaridad, quiero destacar el sólido compromiso de AGCID con el enorme desafío que estamos enfrentando. Hoy, más que nunca, las diferencias y fronteras pierden sentido frente al tamaño del reto; la reciprocidad, la cooperación y la solidaridad constituyen mucho más que sentimientos y abstracciones. Forman parte del cuerpo de estrategias con las cuales necesariamente deberemos enfrentar la situación actual y los años de reconstrucción que tenemos por delante. La solidaridad nos inspira y la cooperación es nuestra tarea y obligación”, destacó María Soledad Lucero, de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Al analizar los desafíos para responder a la vulnerabilidad social, particularmente en la niñez, el Vice-presidente de América Solidaria, Benito Baranda, manifestó que “uno de los grandes actores que ha costado en América Latina y el Caribe que sea parte activa de esta cooperación, es la sociedad civil. Por muchos años, los estados y las organizaciones internacionales han estado cooperando activamente, pero nosotros, a los organismos de la sociedad civil nos ha costado irnos plegando a una cooperación activa, donde seamos parte de ese triángulo que se arma entre los estados, los organismos internacionales, lo que va ocurriendo en el mercado y lo que nosotros podemos aportar para que la vida de las personas sea una vida digna. En ese trabajo, hoy tenemos un desafío gigantesco”.
Por su parte, el representante de UNICEF en Chile, advirtió que “son tiempos muy complejos. La pandemia del Covid no es sólo una emergencia sanitaria, sino que una emergencia social y económica que golpea más fuertemente a los niños y niñas”, agregando que “sabemos, que cuando hay pobreza, los niños y niñas tienen unos números dobles de la pobreza respecto a los adultos. Ese es el caso de Chile y de muchos otros países en la región”. En esa línea, advirtió que el cierre de las escuelas afecta el derecho a la educación, aumentando así las desigualdades sociales. Agregó que en UNICEF están preocupados por esos niños, niñas y adolescentes que han estado encerrados por mucho tiempo, en espacios limitados y expuestos a mayor violencia física y psicológica, que va afectando su desarrollo. Ante esta realidad, Mefalopulos, sostuvo que desde Unicef “estamos empujando que pase la Ley de Protección Integral de la Infancia, de garantías, que está siendo discutida, para que Chile no quede como el único país de la región sin una Ley de Protección Integral”.
De esta forma, hizo hincapié en que la solidaridad y la defensa de la niñez no puede ser un desafío individual, sino un esfuerzo colectivo en tres dimensiones: las políticas públicas, que considere un marco normativo y presupuestos; organizacional, con la interacción del sector público y privado; y sociocultural, dada la importancia de las normas sociales y la cultura en el comportamiento de los individuos y los colectivos humanos.
Cabe señalar que, en 1994, el Congreso de Chile decretó el 18 de agosto como el Día Nacional de la Solidaridad, en homenaje al Padre Alberto Hurtado, quien falleciera ese día en el año 1952.