Chile y Uruguay apuestan por un mayor rol de las mujeres en las políticas de Cambio Climático
Expertos y expertas de ambos países advierten que ellas son las más afectadas con el actual escenario climático.
Santiago, 21 de febrero de 2020.- Profesionales de Chile y Uruguay analizaron los avances y desafíos de ambos países en materia de género y cambio climático, en el marco de proyecto de cooperación bilateral que inició su ejecución con una intensa agenda de actividades en Santiago, que incluyeron reuniones de trabajo, seminario webinar y una visita a terreno para conocer buenas prácticas en generación de energía eléctrica.
Se trata del proyecto “Igualdad de Género y Educación Ambiental como ejes transversales del Cambio Climático”, cuyo objetivo es fortalecer las capacidades técnicas de profesionales de los distintos ministerios relacionados con esta materia de ambos países. Se trata de una iniciativa de Cooperación Sur Sur, que se ejecutará hasta 2022, gracias al aporte de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI).
Las jornadas de trabajo se realizaron en Santiago, con la participación de expertos y expertas chilenas de género, cambio climático y relaciones internacionales del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género; Ministerio del Medio Ambiente (MMA), Ministerio de Energía y la AGCID. Mientras que de Uruguay, participó una delegación de representantes del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).
Entre el 19 y 21 de febrero, ambos equipos asistieron a jornadas y mesas de trabajo en las que compartieron experiencias sobre los avances en sus países, estrategias y respuestas identificadas para mitigar las barreras, entre otros temas; además de participar del webinar “Conversatorio sobre Género y Cambio Climático, avances y desafíos Chile -Uruguay”. Finalmente, visitaron el parque fotovoltaico “Santiago Solar”, ubicado en la comuna de Til-Til, para conocer una experiencia de buenas prácticas en materia de Cambio Climático y acción de Género.
En esta visita, pudieron interiorizarse de la tecnología y aplicaciones del mayor parque solar que existe en la Región Metropolitana, compuesto por 372.240 módulos fotovoltaicos y que genera 210 GwH. Además, conocieron el proceso de participación ciudadana del proyecto, que se tradujo, entre otras acciones de mitigación, en la puesta en servicio del Vivero Los Aromos, gestionado por las propias mujeres del sector, a un costado del parque solar.
Impacto en las mujeres:
En estas jornadas, las y los profesionales de Chile y Uruguay coincidieron que las mujeres son las más afectadas por el cambio climático y las que menos representación tienen en los órganos de poder desde los que se lucha contra el fenómeno. Por lo tanto, el desafío es revertir esa desigualdad a través de una transición energética justa e inclusiva.
Pablo Cea, coordinador de América del Sur del Departamento de Cooperación Horizontal de AGCID, quien participó en las actividades, explicó que “Chile es considerado un país altamente vulnerable frente al fenómeno del cambio climático y, en ese escenario, las mujeres podrían ser un grupo particularmente afectado, por lo que las políticas deben prever este escenario. La cooperación internacional debe responder a estos desafíos de manera creativa, colaborativa y responsable, y es lo que estamos intentando hacer en este proyecto, colaborando, trabajando juntos con otro país de la región con desafíos similares, acercando realidades y compartiendo experiencias que puedan replicarse en uno y otro país”.
Por su parte, Laura Marrero, asesora en género de la Dirección de Cambio Climático MVOTMA de Uruguay, sostuvo que las desigualdades de género son históricas, sobre las cuales los gobiernos, las comunidades y las personas vienen trabajando hace mucho tiempo para revertir esta situación. Sin embargo, actualmente, “el cambio climático opera como un estrés, como un presión sobre estas desigualdades de género, exacerbando en muchos casos las desigualdades. Las mujeres tienen un gran conocimiento del manejo de los recursos naturales, de su rol de cuidado, de su rol de provisión, desde su rol doméstico, tienen conciencia de lo que está pasando en su entorno y son grandes agentes de cambio también a nivel comunitario”.
“La mujer puede comenzar a impulsar acciones, por ejemplo, de eficiencia energética, de eficiencia hídrica, del cuidado de la naturaleza y eso llevarlo a todo su entorno. Pero también el desafío más grande que tenemos es poder identificar los impactos del cambio climático, que están asociados al aumento de la temperatura, al aumento en la intensidad y frecuencia de los desastres naturales como la sequía, las olas de calor, marejadas e inundaciones; y ver cómo es que está impactando de forma diferente a hombres y mujeres. Ese es el desafío”, agregó Johanna Arriagada, Coordinadora de Proyectos PNUD de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente de Chile, quien afirmó que la mujer debe ser un agente de cambio.